Metodología SCRUM para dummies: guía infalible para convertirte en un ninja agile
Ya sea en la universidad, en el trabajo o incluso en tu vida personal, seguro que en algún momento te has planteado si a la hora de realizar una acción (como preparar una exposición u organizar un viaje, por ejemplo) era más efectivo hacerlo por tu cuenta o contar con la colaboración de otros. Y seguramente pensaste que, aunque ser autónomo es importante, no podemos negar los beneficios que supone el trabajo en equipo, que van desde el aprendizaje mutuo a una mayor implicación o a desarrollar las relaciones interpersonales. Pero es cierto que, en ocasiones, la falta de coordinación entre los miembros del equipo o la pobre definición de los roles pueden hacer que hasta el proyecto con más potencial acabe convertido en un fracaso.
Entonces, ¿cómo podemos aprovechar las ventajas de trabajar en equipo evitando estos riesgos? La solución se esconde detrás de cinco letras: SCRUM. Si quieres saber más sobre cómo esta metodología puede ser la clave para alcanzar el éxito en tus proyectos en grupo, sigue leyendo.
SCR… ¿qué?
Que no te impresione su nombre exótico, la metodología SCRUM consiste simplemente en una serie de procedimientos para gestionar proyectos de manera ágil y eficaz. Es ideal para proyectos complejos que se desarrollan en entornos cambiantes y dinámicos y, también, para aquellos en los que intervienen todos los integrantes de un equipo. En la metodología SCRUM, la comunicación entre los miembros es esencial y está presente en todo momento. El control de los timing también es un elemento clave, pues la estructura de SCRUM permite que se trabaje cada Sprint (o fracción de tiempo que compone el proyecto) de manera muy clara y dentro de las fechas estipuladas. Una característica imprescindible de un Sprint es que todo lo que se realiza en él es entregable, de manera que si una tarea se pospone para el próximo siempre habrá algo que entregar al cliente.
En SCRUM cada oveja, con su pareja
O lo que es lo mismo: cada individuo que interviene en el proyecto, con su tarea. Como ya hemos comentado, una de las causas que pueden comprometer el resultado de un proyecto puede ser el hecho de que los miembros de un equipo no sepan qué papel juegan dentro de éste. En SCRUM esta posibilidad queda descartada, ya que se asigna a todos los que intervienen un rol claro y definido. Y aunque cada proyecto tiene unas necesidades específicas, existen roles que suelen repetirse en los procesos SCRUM, como el Scrum Master, que se encarga de supervisar que el trabajo y el seguimiento de la metodología se lleve a cabo correctamente por parte de todo el equipo.
La organización, la clave de la metodología SCRUM
Quizás con esto ya te has hecho una pequeña idea de en qué consiste SCRUM, pero ¿quieres conocer sus fases para poder aplicar la metodología SCRUM a tu negocio? Ten en cuenta que, a pesar de que en muchos casos se siga el patrón standard de SCRUM, cada proyecto puede adaptar esta metdología a sus necesidades y conseguir que sea lo más eficiente posible. ¡Ahí va!
- Sprint Planning. El primer paso de la metodología SCRUM consiste en organizar las acciones que se realizarán en el Sprint. Una vez acordada la unidad de tiempo que supone cada Sprint, se deciden cuántos se llevarán a cabo en el proyecto. Los Sprint se realizan de manera consecutiva y suelen durar de 1 a 4 semanas cada uno. Es en este punto en el que los miembros estiman las cargas de trabajo y la velocidad para realizar las tareas, asignándoles a cada una un valor. Cada equipo define los valores de dificultad y tiempo de la manera que considera más clara para conocer el alcance de cada acción, pero normalmente se realizan valoraciones en unidades de dificultad en vez de en horas estimadas de trabajo. ¿Sabías que algunos equipos realizan este proceso con cartas de póker? ¡E incluso existen cartas específicas para SCRUM!
- Daily Scrum Meeting. En estas breves reuniones diarias se supervisa el estado del Sprint. Se analizan los problemas que bloquean al equipo, se fijan los objetivos para ese día y se organiza la coordinación entre los miembros.
- Sprint Review. En esta reunión se presentan los resultados obtenidos del Sprint y se revisa si se han alcanzado todos los objetivos marcados. También se establecen, si fuesen necesarios, los cambios a realizar en el próximo Sprint.
- Retrospective. Una vez cerrado el Sprint, todos los miembros del equipo se reúnen para comentar el trabajo realizado y para analizar qué se hizo bien y qué se debería mejorar en las próximas fases. También se estima si los valores asignados fueron correctos y si se ajustaron a las necesidades del proyecto.
Como ves, conseguir buenos resultados cuando se trabaja en equipo resulta más sencillo si se implantan metodologías como SCRUM que facilitan el control y el ritmo del proyecto. Si lo tuyo es el mundo digital y quieres conocer más métodos de gestión de proyectos, no te pierdas nuestro post sobre las 6 etapas del desarrollo de un proyecto web, ¡te ayudará trabajar de un modo más eficiente!