Marketing relacional o cómo hacer que tus clientes te adoren
Los atraes, los convences, te compran, pero después se van para no volver. Si te suele ocurrir algo parecido con tus clientes, puede que sea porque no estás siguiendo una buena estrategia de marketing relacional. ¿No sabes de qué se trata esta modalidad de marketing? Entonces sigue leyendo, en este post te damos las claves con las que conquistarás hasta a los clientes más difíciles. ¡A por ellos!
El cliente es el rey. God save the customer!
No es ninguna sorpresa si te decimos que el marketing relacional se basa en relaciones, ¿verdad? Pero créenos, implementar una buena estrategia de marketing relacional no es tan sencillo como parece; al fin y al cabo, crear relaciones cercanas, duraderas y que se basen en la confianza no es tarea fácil. Y sino que se lo digan a Mark Zuckerberg, que tras el escándalo de Cambridge Analytica va a necesitar mucho tiempo y esfuerzo para que los usuarios vuelvan a ver con buenos ojos a Facebook debido a la filtración de datos de 87 millones de usuarios de la red social.
Entonces, ¿cuál es la filosofía de marketing relacional que deben seguir las marcas?
- El cliente es el rey, y por tanto, en todos los procesos debe existir una orientación estratégica hacia él. Desde la producción hasta la atención al cliente, toda la empresa tiene que sentirse identificada con esta filosofía.
- En el marketing relacional se crea un vínculo con el cliente que va más allá de la venta. Las relaciones son cercanas, significativas y duraderas, permitiendo que tanto el cliente como la marca obtengan beneficios en este vínculo.
- La confianza es algo se gana con el tiempo. Si buscas resultados inmediatos sin preocuparte de fidelizar, el marketing relacional no es para ti.
- Existe el concepto win-win: tanto el cliente como la marca ganan con la relación.
Tan lejos… ¡y a la vez tan cerca!
Este tipo de relaciones son especialmente necesarias en entornos digitales ya que, aunque la comunicación entre clientes y marcas a través de la pantalla es cada vez más estrecha, todavía muchas empresas encuentran una brecha en el diálogo con sus consumidores.
Antes de poner en marcha una buena estrategia de marketing relacional las marcas deben tener en cuenta que el cliente ha cambiado: a diferencia de antes, ahora está conectado 24/7 y busca y espera recibir información en todo momento. Además, ya no es tan fácil de persuadir y ni mucho menos es tan sensible ante la publicidad. Y, para hacer más grande el reto, no quiere que sus adquisiciones se reduzcan a simples compras, sino que quiere vivir experiencias.
Por todo esto, transmitir al cliente seguridad, confianza y demostrar que se preocupan por él es esencial para cualquier marca hoy en día. Y como comentábamos antes, esto es algo que se tiene que percibir desde la captación hasta la fase de postventa. Con ello no solo conseguiremos fidelizarlos, también que nos recomienden a otros. Y créenos: el mejor embajador de una marca es un cliente fiel.
El boca a boca se consigue conquistando
Si con todas estas razones todavía no te hemos convencido de la eficacia del marketing relacional, quizás estos datos lo hagan:
- En la comunicación continua con el cliente se obtiene información constante, valiosa y sincera, que utilizando otros medios sería muy difícil conseguir. Además, esta información nos permite, en muchas ocasiones, adelantarnos a las crisis y frenarlas rápidamente.
- En términos de costes, la fidelización es más rentable que conseguir nuevos clientes. Concretamente cuesta cinco veces menos.
- Según un estudio de Nielsen Comunicación sobre advertising, el 87% de los consumidores tienen en cuenta las recomendaciones de conocidos a la hora de tomar decisiones en sus compras.
- En el escenario en el que nos encontramos, donde los competidores aumentan cada día, el compromiso del cliente es lo más valioso con lo que nuestra marca puede contar, para tener más y mejores resultados.
- Las acciones de marketing relacional hacen que los clientes nos recuerden: quizás hoy no nos necesitan, pero el día que sea así vendrán a nosotros.
- Mejora el branding de marca
Por estas y otras razones grandes marcas como Coca-Cola, Starbucks, Nike o Adidas han incorporado (¡con excelentes resultados!) este tipo de marketing a su estrategia.
En Fhios, situamos al cliente en el centro de todos los procesos. Un ejemplo de ello es nuestro equipo (mejor dicho, equipazo) del CAU (Centro de Atención al Usuario) que se creó con la clara vocación de poner el foco en la atención al cliente para mejorar los servicios de soporte técnico. El CAU se encarga de centralizar y resolver las incidencias de carácter técnico de los clientes de Fhios y del usuario final.
Y ahora, ¿ya confías en los beneficios del marketing relacional? Si la respuesta es sí, es hora de contarte cómo puedes aplicarlo a tu marca. Let’s go!
Y colorín, colorado… convierte al marketing relacional en tu aliado
Desafortunadamente no existe la piedra filosofal con la que conseguir una estrategia de marketing relacional infalible hasta para el cliente más duro. De hecho, podríamos decir que cada marca sigue una estrategia diferente en función de su producto, tipo de cliente, etc. Pero sí existen unos requisitos básicos que toda acción de marketing relacional debe cumplir. Éstos son:
- Personalizar y humanizar cada proceso
- Trabajar la fidelización. Para esto herramientas digitales como redes sociales, CRM o plataformas de emaling son clave, ya que ayudan a segmentar y nos dan información precisa de cada cliente
- Adelantarse a las necesidades del cliente
- Crear comunidad. Además del “tú a tú” entre cliente y marca, el sentirse parte de un grupo es clave en el marketing relacional.
Si motivado por este post estás pensando en incluir el marketing relacional en la estrategia de tu marca, te dejamos con un artículo sobre user-generated content para que descubras todo lo que una buena relación con tus clientes puede aportarte.