La banca online, cada vez más sólida
Es ya una realidad difícil de cuestionar el hecho de que Internet ha revolucionado y está cambiando la forma habitual de hacer negocios. La banca no es un modelo distinto en tanto que también tiene presencia en la Red y sus estrategias se encaminan hacia una oferta que procura satisfacer las nuevas demandas de los clientes, como las posibilidades de acceso las 24 horas del día, todos los días de la semana.
Entendemos por banca online las posibilidades tecnológicas que ofrecen las entidades financieras con la finalidad de que los usuarios realicen las operaciones bancarias a través de Internet. Sin embargo, éste es un campo demasiado amplio: se puede hacer una distinción entre tipos de banca online. Por un lado, aquellos bancos que han nacido en este nuevo entorno y que, por tanto, carecen de oficinas físicas, como por ejemplo ING Direct, y, por el otro, el modelo predominante, que son los que tienen una estructura y unos servicios tanto offline como online, como Banc Sabadell o La Caixa. En estos últimos los servicios online suelen ser un complemento, requiriendo los trámites de más envergadura una visita a la oficina.
Gracias a los beneficios que ofrece la banca online, como la accesibilidad de los clientes desde donde quieran y cuando quieran o la comodidad de realizar operaciones bancarias sin la necesidad de ir a la oficina, este sector está creciendo cada vez más y, según algunos expertos como Daniel Brett, desarrollador de negocios de s21sec y ponente en el congreso internacional sobre Internet Bilbao Web Summit, los clientes que utilizan la banca online son más rentables y fieles.
Sin embargo, realizar las operaciones bancarias a través de la Red también tiene sus detractores y reticentes, sobre todo, por la poca confianza que transmite Internet. Y es que las mayores amenazas que se conocen son el robo de identidad y los troyanos. La facilidad de acceso a los datos funciona en los dos sentidos, permitiendo a los criminales con los conocimientos adecuados penetrar la privacidad de los clientes. Especialmente a través de los teléfonos móviles, ya que cada vez son más los que acceden a su cuenta desde su móvil. Éste es, en suma, uno de los principales retos de la banca online: garantizar a sus clientes la seguridad de las operaciones.
Sea como fuere, el cliente es el centro de atención, de modo que un banco online será mejor no por la cantidad de servicios que ofrezca, sino por la capacidad de respuesta que tenga ante sus clientes. Es por esto que los procesos digitales que se lleven a cabo deben estar siempre muy orientados a los usuarios. Por tanto, deben ser simples en el sentido de que deben ayudar a entender la operación que se está realizando: la banca online tiene claro que no puede renunciar a la usabilidad.