Cómo afecta la implantación de herramientas de colaboración
Un tema que se está plateando y analizando en diversos frentes, tanto en áreas de recursos humanos como en áreas de innovación o bien en gestión de la organización, es cómo está afectando la implantación de herramientas de colaboración. Es indiscutible el importante impacto que las redes sociales y la web 2.0, tienen y tendrán en los próximos años sobre nuestro entorno personal y profesional, al ofrecernos nuevas formas de socializar, al facilitarnos herramientas más idóneas para gestionar nuestra reputación digital, al sorprendernos con mayor información para complementar nuestro desarrollo profesional, y al “engancharnos” con la facilidad de poder acceder a todo aquello que nos apasiona y nos interesa. Un entorno que facilita la oportunidad de “consumir y colaborar” una y otra vez con la inteligencia colectiva de la red.
Se habla de profesionales muy jóvenes o nativos digitales que viven, aprenden y se desarrollan estando inmersos en la red. Se destaca la importancia que tiene para cualquier profesional el hecho de utilizar y aprovechar el potencial de las redes sociales para gestionar su marca personal. Y es una realidad el acceso a estas herramientas de comunicación, colaboración y relación en cualquier momento, en cualquier espacio y desde distintos dispositivos.
Pero,en cambio, es aún evidente que los análisis, las inversiones y los proyectos que las organizaciones deberían desarrollar para implantar las herramientas 2.0 en el marco de sus procesos operacionales y de negocios se manifiesta en la mayoría de los casos, a través de tentativas insuficientes, de alcance fragmentario, sin un norte estratégico preciso.
Son aproximaciones, que siendo asumidas con una actitud “no decisiva” o “no prioritaria” y con cierto rechazo y oposición al cambio, no está ayudando a promover las condiciones necesarias para facilitar el uso progresivo, extensivo, productivo y colaborativo de las herramientas 2.0 en las organizaciones.
Por ello y dado el alto interés a nivel personal y profesional, junto con el beneficio que le reportará a las organizaciones, éstas deben diseñar un plan de implantación, han de definirse las políticas de uso, anticipar su impacto estratégico, seleccionar cuáles de las herramientas van a utilizar, preparar la gestión del cambio y de la comunicación, y profundizar, alentar y destacar el conjunto de los proyectos que van a ser desarrollados con esta finalidad, para mostrar un claro ejemplo de la actitud y visión de la organización.